¿Te ha tocado comer o pasar un rato agradable en un bar o restaurante, que mientras degustas la comida estas acostado o viviendo la investigación de un misterioso crimen? Púes si no has vivido esta experiencia te invito a pasear por Madrid y allí encontrarás restaurantes diferentes, donde podrás romper con la rutina y escapar de la realidad. Un ambiente único e inigualable con una carta de presentación de exquisiteces que no dudarás en probar, son unos lugares extraños fuera de lo común, puesto que el propósito es ese, permitir que el cliente viva experiencias que nunca haya vivido en un restaurante, entre ellos podemos mencionar:
- Ojalá; indudablemente en el centro de Madrid no existe playa, sin embargo en la calle san Andrés existe un restaurante que te hará sentir como si estuvieses en una. Te puedes sentar sobre la arena y esperar que te sirvan tu servicio requerido. El restaurante Ojalá te propone un tipo de gastronomía muy fresco y cosmopolita, podrás encontrar a las horas de la tarde una extensa oferta de Bruch, los dulces fusionados con zumos naturales y la tartas caseras, variedad de cervezas, smoothies, milskshakes solo te faltaría darte un buen chapuzón.
- Mezklum; este viene siendo un restaurante muy moderno y elegante, el cual le ofrece a su clientela una gastronomía mediterránea, donde se enfatiza la finura de sus platos, el precio accesible y la calidad de su presentación, este lugar se encuentra ubicado en la calle del Príncipe en el centro de la ciudad, acá puedes acostarte mientras cenas, es un ambiente muy cómodo y relajante donde puedes comer bien y a unos precios considerables y con una atención única. No puedes dejar de vivir esta inolvidable experiencia, en un restaurante diferente al resto que estás acostumbrado a visitar.
- El Cafetín Quimera; los elegantes suelen decir que este establecimiento es ideal para disfrutar del flamenco original, por tal motivo el lugar se destaca por ser autentico por lo que es un punto a su favor. Está ubicado en el Barrio las Ventas, el cual es uno de más típicos del Madrid, aquí se pasa un rato agradable al degustar la espectacular gastronomía, pero también a vivir una jornada de flamenco improvisado, donde se origina las raíces vetustas de linajes y clase. La decoración nos lleva a recordar a los antiguos cafetines que existían a finales de siglo XIX; como también a los lorquianos cafés–cantores del período de Chinitas, degusta los sabores de la cocina española tal como el lomo ibérico de bellota, la tortilla de papas, quesos de la tierra, pero lo que más atrae del lugar es la oleada de emoción de los artistas que hipnotizan con la pasión de un flamenco original.